Daring cookers #1 Septiembre 2010. Conservas (I)

No he empezado con buen pie...el primer reto y no lo publico en la fecha que nos indican...Pero bueno, más vale tarde que nunca! Este mes ha tocado algo relativamente fácil: las conservas. 
Volver a las costumbres de antes no es tan mala idea; en el caso de las conservas, permite aprovechar la fruta y verdura de temporada, con lo que sale más baratos, y son de mejor calidad. Ahora que ya he encontrado una frutería donde se puede encontrar fruta y verdura que saben a fruta y verdura, esto de las conservas va de perlas. Una de las recetas de la propuesta de esta mes son tomates para hacer bruschetta. La bruschetta es uno de los antipasti más populares en Italia, y de hecho se trata de pan tostado con ajo y aceite, que normalmente se acompaña con algo más, en este caso de tomates aliñados.
Además, también teníamos que hacer una especie de compota de manzana, pero más espesa de lo normal. Lo llaman "apple butter", pero no tiene nada de mantequilla, si no simplemente tiene ese nombre debido a la consistencia. Además tiene un toque muy especial, ya que es muy especiado (lleva canela, clavo y nuez moscada), pero es realmente delicioso.
Y mi contribución al reto han sido los calabacines con romero y vinagre balsámico, una receta muy fácil que me explicó un día Mariana.
Bueno, esta es la primera entrega de conservas.Empecemos pues...
Las tres claves de las conservas son: pH, temperatura y oxígeno. Ya nos lo decían en el cole, la Química y la Física nos va ser más útil de lo que creemos...
El pH siempre tiene que ser ácido para que no crezca nada que pueda estropear el producto, por eso las mermeladas y confituras son tan apropiadas para hacer conservas. En general, todas las frutas son ácidas. En el caso de que no sea así, se tiene que acidificar de alguna manera. Por ejemplo en el caso de los tomates para la bruschetta se le añade una salsa que lleva bastante vinagre.
Una temperatura alta también elimina cualquier patógeno que pueda existir, además de degradar las enzimas causantes del deterioro del alimento. En este caso, los botes de conserva, una vez llenos, se sumergen en agua hirviendo y se dejan como mínimo 20 minutos. Esto también permite crear un vacío en el interior de los botes, con lo que la cantidad de oxígeno es mucho más baja.
Así que teniendo en cuenta estos tres factores, ¡adelante, a por las conservas!
Apple Butter
Ingredientes:
2 kg de manzanas Golden
250 ml de agua (opcionalmente: sidra o zumo de manzana)
120 ml de miel 
1 cucharada de canela molida
2 clavos
1/2 cucharadita de nuez moscada 
(en la receta original pone Allspice, que traducido es pimienta de Jamaica, aunque no tiene nada que ver con la pimienta, según la wiki es una especia que recuerda a una mezcla de canela, clavos y nuez moscada. Así que como la canela y el clavo ya están incluídas, yo le añadí la nuez moscada!)

Las manzanas se pueden pelar, o dejar con piel. Yo debido a la gran cantidad de manzanas que tenía me entró una pereza...así que las dejé con piel y sólo las descorazoné y las corté en cuartos.
Se ponen en una olla con el agua y se cocina a fuego lento y removiendo de vez en cuando para que no se peguen. Cuando las manzanas estén blanditas, sacarlas y triturarlas. Yo las trituré utilizando un cacharro que sirve para triturar patatas y cuyo nombre no sé. Pero se tritura con lo que se tenga. 
Mezclar el puré de manzanas con la miel y las especias y volver a poner a fuego lento, mezclando frecuentemente. La manera de comprobar que se ha llegado al punto de apple butter, es cogiendo una pequeña cantidad y ponerla en un plato. Cuando la mezcla no suelte nada de líquido, entonces estará lista. 

En este punto ya se puede llenar los botes, procurando que no queden burbujitas. Los botes se llenan hasta arriba, dejando un poquito más de medio centímetro. Para quitar el aire, introducir una cuchara de madera y con un movimiento de arriba a abajo quitar todas las burbujas que se vean. Cerrar los botes y en una olla llena de agua y con un trapo en el fondo, para que los botes no toquen directamente la base, se  ponen los tarros, si hace falta se añade más agua hasta cubrir los botes (tiene que haber como mínimo 3 cm entre la tapa y el nivel del agua.) Llevar a ebullición, y a partir de ahí dejar unos 20 minutos (el tiempo depende de la altitud a la que estemos. 15 min de 0 a 300 m sobre el nivel del mar, 20 min (de 300 m a 1800m) y 25 min (por encima de 1800 m). Finalmente, se sacan los botes y se dejan enfriar. No se deben tocar en 12 horas. Seguramente en algún momento se oirá un "plop!", eso quiere decir que se ha hecho el vacío.
Con esta cantidad, me salió un bote de 250 ml y un poquito que me comí. Está riquísimo!  
Próxima entrega: tomates para bruschetta




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